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La Francmasonería: una Orden Iniciática.

Masones y profanos:

En cierta ocasión, un profano me hizo una pregunta relativa a la naturaleza de la Masonería y que me gustaría responder con un breve artículo. Me gustan este tipo de preguntas y, sin duda, hay muchos puntos de vista válidos y muchos porqués para responderlas. Yo me centraré sólo en uno. La Francmasonería es y debe ser, ante todo, una ORDEN INICIÁTICA. Si no concentra todas sus energías en esta excelsa finalidad, estará muerta y desaparecida en pocos años (como la propia iglesia católica).

Bien es cierto que, hace trescientos años, cuando Isaac Newton fundó la Masonería Especulativa, en aquella sociedad profana nadie, salvo la iglesia católica (con todos sus vicios y errores, desde luego) se ocupaba de ayudar a los más desamparados. De ahí que una de las acciones principales que se asociaran a la Masonería de entonces fuera la de la caridad y la beneficencia. Como consecuencia de ello, por ejemplo, un Hermano de la Orden fundó la Cruz Roja.

Sin embargo, en la actualidad, hay decenas de miles de asociaciones, fundaciones y ONG's, de todo tipo y por todo el Planeta, cuyo objetivo es ayudar al prójimo. Por tanto, la Francmasonería centrada en este tipo de finalidad está, sin duda, caduca y abocada a la desaparición. Su funcionamiento es más propio de un club social elitista, integrado por personas maduras, que pasan el tiempo con sorteos, rifas, recolectas y todo tipo de actos benéficos; como, por ejemplo, el Club Rotario. La ayuda al prójimo está bien y no la criticaremos, por supuesto que no. Pero este tipo de Francmasonería escapa a su fin último. A saber: "La construcción mental y espiritual de seres humanos, para encaminarles hacia un nivel de trascendencia y de consciencia superior".

Todo lo que no sea trabajar "la Piedra Bruta" de nuestra inconsciencia y no encaminar nuestros pasos hacia ese fin, es perder el tiempo; nos guste o no, por desgracia, es así. En el mismo error y por parecidas circunstancias está pasando la actual iglesia católica. Dicho de otra manera: si hoy en día te pones a defender los derechos de los trabajadores y de los marginados, o determinadas reivindicaciones sociales, estarás ocupando el lugar asignado a sindicatos, partidos políticos y otras organizaciones sociales, pero perdiendo tu espacio de acción. Y esta pérdida de lugar hace que otros (las sectas, por ejemplo) lo ocupen con rapidez.

En conclusión (ya sabéis ese aforismo que dice que "la conclusión es el lugar a donde llegas cuando te cansas de pensar y escribir"): o la Francmasonería recupera su lugar y sus auténticos objetivos iniciáticos o desaparecerá. Pero claro, esta es sólo mi humilde opinión.

Hiram Muaddib.
Maestro Francmasón.